Estrategia Nacional del Sector Eléctrico.
I.Introducción.
El pasado 6 de noviembre de 2024, el Gobierno de México presentó la Estrategia Nacional del Sector Eléctrico (“Estrategia del Sector Eléctrico”) misma que contempla cuatro ejes:
(i) Fortalecimiento de la planeación del sector eléctrico nacional
(ii) Justicia energética
(iii) Sistema eléctrico robusto, confiable y seguro
(iv) Reglas claras para asegurar e incrementar la inversión privada
La Estrategia del Sector Eléctrico toma como base la reforma constitucional en materia energética recientemente aprobada, la cual puso énfasis en la rectoría estatal, la reestructura y cambio de naturaleza jurídica de Comisión Federal de Electricidad (“CFE”) y Petróleos Mexicanos, y la preeminencia del sector público sobre el privado en materia eléctrica [1]. Los cambios a las leyes secundarias que permitirán la implementación de esta reforma deben tener lugar dentro del primer semestre de 2025.
II. Contenido de la Estrategia del Sector Eléctrico.
La planeación del sector eléctrico nacional busca robustecer la actividad estatal mediante la emisión de un Plan Nacional de Energía que plantea hacer énfasis en temas de transición energética y confiabilidad de la red, partiendo de la premisa de que CFE contará con el 54% de la capacidad de generación en tanto que el sector privado podrá contar con el 46% restante.
Adicionalmente, se plantean inversiones en materia de generación fotovoltaica que pudieran significar oportunidades en generación distribuida. Al momento se ha anunciado un programa de apoyo a la instalación de paneles solares en el norte de México iniciando en Mexicali, Baja California.
Por otra parte, la Estrategia del Sector Eléctrico anuncia que, al 2030, CFE realizará inversiones cercanas a 23,400 MDD en generación, distribución y transmisión de energía eléctrica. Particularmente, en transmisión se anunciaron obras por hasta 7,500 MDD tanto en el norte como en el sur de México.
Por lo que hace a la inversión privada, en la Estrategia del Sector Eléctrico se incluyen los siguientes aspectos:
(a) Se plantea que, a 2030, la iniciativa privada podrá adicionar entre 6,400 MW y 9,550 MW de nueva capacidad instalada de generación renovable, lo que representa inversiones estimadas de entre 6,000 y 9,000 MDD, lo cual contempla las necesidades inherentes a la relocalización (nearshoring).
(b) Se precisa que las fuentes de energía renovable deberán cumplir con la normatividad técnica aplicable y contar con un 30% de respaldo, lo cual se podría traducir en un incremento en almacenamiento de energía.
(c) Se anuncian modificaciones a los esquemas de usos propios[1] indicándose que estos deberán transitar a un esquema que contemple lo siguiente:
· Se permitirá la generación de hasta 0.7 MW sin necesidad de contar con permiso (generación exenta), lo que está dirigido hogares y pequeñas empresas. Esto representa un incremento respecto de la generación exenta permitida hasta ahora.
· Se establece un límite máximo de hasta 20 MW de generación utilizada en sitio, que se enfocará en los polos de desarrollo y a nuevos parques industriales, manteniéndose la imposibilidad de inyectar excedentes a la red.
· Se prevé que aquellos esquemas que requieran conectarse a la red para consumir su propia energía (i.e., sociedades de autoabasto cuya central no se encuentre en el sitio de consumo), deberán pagar las tarifas de transmisión que correspondan.
(d) Asimismo, se anuncian dos esquemas de participación privada en las actividades de generación de la CFE, a saber:
· Contratos de venta de energía y capacidad a largo plazo a la CFE. Este esquema fue ampliamente explorado por la CFE en décadas anteriores.
· Esquemas de inversión público-privada, en donde el Estado participe en, al menos, 54% de la inversión.
Lo anterior, sin perjuicio de los generadores que se dediquen enteramente a operar en el Mercado Eléctrico Mayorista, quienes deberán cumplir los requerimientos de confiabilidad y respaldo.
Por último, la Estrategia igualmente anuncia el desarrollo, en coordinación con la nueva Agencia de Transformación Digital, de una Ventanilla Única aunado a una simplificación administrativa, que permita recudir los costos y plazos de los trámites ante las diferentes autoridades del sector energético (Secretaría de Energía, CRE, CENACE, Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales).
Dada la existencia de sistemas propios en cada autoridad, como el caso de la Oficialía de Partes Electrónicas de la CRE, o el Sistema de Atención a Solicitudes de Interconexión y Conexión del CENACE, será relevante observar de qué manera se transitan los expedientes electrónicos a esa nueva Ventanilla Única y si ésta sustituirá al resto de sistemas, con independencia del desarrollo de los otros proyectos gubernamentales actualmente en discusión como la potencial desaparición de ciertos órganos autónomos y la asunción de sus funciones por parte de diversas Secretarías de Estado. ****
[1] La Estrategia Sector Eléctrico se refiere a las sociedades de autoabasto, figura que data de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica abrogada con la Reforma Energética de 2013 y de la cual todavía existen permisos vigentes, aun y cuando fue sustituido por el Abasto Aislado. No obstante, dadas las similitudes entre ambas figuras, es de esperarse que el nuevo esquema aplique, en lo conducente, a ambos.